A Isaac, ese fuego que convoca”
Noviembre 1
Mientras tus padres trabajan y disfrutan la ansiedad que la espera les produce, me he propuesto en ser el cronista de ese itinerario que apenas inicias. No se te ve todavía, sólo te sienten, eso en la opinión de tu madre. No eres visible, sólo un latido que crece, una voz pidiendo la palabra. Lo importante es que tu madre te percibe; tu padre tiene la misma sensación corriendo por la sangre, no sólo cuando llama desde el otro lado del mundo, sino cuando está muy cerca. A mí, sin embargo, me toca imaginarte y cuando eso sucede siento que te conozco. Te imagino nítido y preciso, otras veces mi mente divaga y corres sin saber quién eres por el parque de mi imaginación.
Noviembre 5
Los días transcurren sin sobresaltos. Se escuchan los primeros villancicos anticipando el diciembre. Las brisas tenues y alegres refrescan las tardes. Las noches bajo el cielo infinito permiten que una luna inmensa pasee alegre con su cortejo de estrellas. Los teléfonos sólo suenan en el día. El sueño veloz me lleva en sus brazos hacia un nuevo día, alegre y tranquilo, esperando noticias tuyas. Sólo esperamos la proeza de tu llegada, te has vuelto comentario, rumor de pasillo, y alguien cuya voz no reconozco te menciona: “el otro año, por esta época ya estará con nosotros”. Viajas tranquilo en tu odisea, los ansiosos somos nosotros.
Diciembre 11.
Estaré esperándote para leerte poemas de Pombo. Viajaré a tu encuentro para que seas lector de las cuatro estaciones que te aguardan. La risa del verano será fuerte y cálida para que asumas con estoicismo la tristeza desnuda del otoño; el desnudo y oscuro invierno medieval disolviéndose en el alegre aroma de la primavera. Tus ojos se abrirán a la vida y tu boca se llenará de los sonidos que te acompañan en derredor. Tendrás alas fuertes para volar alto y resistir con persistencia tu viaje hacia las constelaciones y los planetas. Desde mi soledad de viejo contemplaré tu vuelo autónomo y ya no habrá necesidad de mirar atrás porque serás futuro, el pasado viajará contigo en tu memoria.
Diciembre 20.
Hoy tuve el placer de soñarte, seguro que de tanto pensarte a diario terminaste enredado en mi vida onírica. Me esperabas al finalizar mi vigilia, saliendo al paso con tu risa franca. ¿Cómo te llamas?, me preguntaste. Te dije mi nombre al mismo tiempo que te perdías en el túnel del sueño. Te seguí. ¿Quién eres?, te pregunté sospechando quién eras. Me miraste con una mirada larga y triste, y supe que esa mirada era la misma mirada de mi padre, de tu padre, mía, inclusive. Entonces te dije: soy tu abuelo. Ah, ya, exclamaste, como queriendo traer algún recuerdo, o una sensación de tu vida íntima. Tú eres el hombre que escribe un diario sobre mí, me dijo con cierta despreocupación. Entonces ya sabes quién soy, me dijo, y se fue corriendo por el túnel. En ese momento desperté.
Enero 5
Por estos días eres sospecha confirmada. Tus padres están en suspenso. Ambos cavilan. Tu madre está atenta a los indicios de su corporeidad, a una señal que le indique tú presencia; tu padre, en su trabajo, te piensa; trabaja y te piensa. Entonces unifican sus pensamientos en las noches, y las frías madrugadas los sorprende tomados de la mano y los ojos abiertos, imaginándote.
Pero habrá momentos en que no podré ser tu cómplice, por ejemplo, deberás acatar las órdenes de tu padre o madre; asumir tus tareas y hacerlas por ti mismo mientras te acompaño; no está demás realizar algunas labores en casa; levantarse temprano para ir a la escuela, sin excusas ni pretextos para faltar.
Enero 27
El día que tu padre llamó para avisarme que ya estabas aquí, yo estaba en la ciudad de la eterna primavera, eso fue a finales de octubre. Su voz atravesó las doce horas de vuelo que nos separan; con la gravedad del tono de siempre anunció tu llegada; me emocioné escuchándolo y la brisa fresca de la ciudad me secaba la emoción que brotaba de mis ojos. Desde la lejanía su voz me trajo a la memoria su rostro de niño con cara de pocos amigos y te visualice en ese momento igual que tu padre. Inconscientemente alcancé a murmurar mientras colgaba el teléfono: “probablemente será varón”.
Febrero 15
¿De dónde vienes?
Te lo pregunto para qué te lo preguntes en algún momento de tu existencia. Crecerás y se aclararán las dudas; las certezas van a consolidarse. Tus referentes inmediatos serán papá y mamá, conjugarás sus historias con lo que cada uno de ellos te cuente y estarás abocado a construir la tuya, irrepetible, única; esa historia tuya no es más que el cruce de dos historias que se entretejen hasta que emerjas con tus gritos, tu risa, tus palabras, tu ir de aquí para allá, explorando el mundo.
Marzo 29
¿Y si fueras mujer?
Sería tu cómplice, cuenta conmigo para las travesuras; andaríamos a pie hasta un parque, montarías en bici; haríamos deporte. Seré cómplice en tus estudios, te enseñaré a leer, pero también aprenderás a leer la rabia, la mentira, el cinismo, la violencia en las personas; en navidad iría contigo a conocer tus sueños, o vendrías conmigo a conocer el mar. Leeremos a Verne para viajar juntos al fondo de la tierra, o viajar a la luna para contemplar de cerca las estrellas, o más aún, darle la vuelta al mundo en ochenta días, síguete asombrando y ¿por qué no?, darle la vuelta al día en ochenta mundos, como bien lo narra Cortázar. Pero habrá momentos en que no podré ser tu cómplice, por ejemplo, deberás acatar las órdenes de tu padre o madre; asumir tus tareas y hacerlas por ti mismo mientras te acompaño; no está demás realizar algunas labores en casa; levantarse temprano para ir a la escuela, sin excusas ni pretextos para faltar.
Abril 21.
El año pasado fue esperado con alegría. Nos emocionó el adiós al año viejo. En familia, celebramos ese último día. Nunca se nos pasó por la mente festejar la muerte del año, pero coincidimos en que estábamos enfocados en la celebración de la vida, tu llegada. Has viajado desde la ausencia hasta la presencia; desde el silencio a los susurros que vienen contigo. Eres la única certeza en medio de los tiempos inciertos que se viven. Eres el fuego lento creciendo, la hoguera que nos convoca para inventarte con la emoción de las palabras …
Mayo 30
Leo una frase de Montesquieu: “Se ama más a los nietos que a los hijos…”, y reflexiono. Has dejado de ser proyecto y te conviertes en un ser humano dispuesto a cumplir con sus itinerarios, que sueña, siente, piensa y actúa. Sí, se ama más a los nietos, eres la prolongación de tus padres. Creces día a día; eres una invención nueva, una sorpresa que nos depara la vida.
Junio 15
Mientras llegas te escribo como si supieras leer este diario improvisado. Te espero escribiendo pacientemente, mitigando la ansiedad y la angustia. Mientras el vientre de tu madre crece y tu padre adorna tu dormitorio, yo escribo, y veo el video que envían todas las semanas, es la evidencia de la espera, no saben estar de otra manera. Sigo tachando, borrando y escribiéndole a tu ausencia que me acompaña.
Julio 21
Los rumores crecen, las voces se llaman, las palabras cruzan el espacio digital. Se escuchan sugerencias, todos quieren opinar, circulan nombres, los audios en los WhatsApp preguntan, responden, proponen, planean. Tu duermes tranquilo e indiferente. Has crecido en el abultado vientre de tu madre. Se desechan conjeturas y se reafirman hipótesis. “Es varón”, ha dicho el médico, nos informan los padres. Las percepciones se agudizan, los pensamientos se concretan, las palabras se ajustan a las certezas develadas, los imaginarios cobran fuerza con el personaje definido.
Hermoso escrito. Realmente amamos demasiado a nuestros nietos
Ellos son la prolongación de nuestra existencia y un motivo de inspiración.
Bendiciones profe
Hola Isaac, fuego que emerge al mundo hecho brisa para secar la emoción de los ojos de tu abuelo, que en navidad irá contigo a conocer tus sueños o vendrás con él a conocer el mar, encantado de tu existencia, Bendiciones!
Desde la erraticidad se anuncian como los perfectos perturbadores de nuestras emociones y terminamos desconociéndo nuestro propio carácter.
Son duendes de carne y hueso.
¡Excelente Escrito!, amigo Wencel.-