Infancia y vejez: ambas deben ser consentidas

“Cuando tenía 30 años, no creía que la gente de 60 años fuera muy inteligente o se divirtiera mucho. Ahora he tenido que una contra-revelación. Pregúntame dentro de 20 años y te diré lo inteligente que son los de 80 años”. Bill Gates._____________

La tragedia de Edipo Rey se inició en la Puerta de Tebas, al descifrar el enigma planteado por la esfinge sobre las etapas del crecimiento y el desarrollo de un misterio: del nacer al morir. Edipo, intrigado sobre su origen filial, respondió: es el hombre. Ya no tendría consuelo su desgracia: mata al padre, se casa con la madre y es hermano de sus hijos.

El mito se transformó en el complejo de Edipo ilustrado en el psicoanálisis de Sigmund Freud. Y convertido en Alcalde cafetero por Gabriel García Márquez en uno de sus guiones de película. Sí, la vida humana, cuando es buena, es una película: de principio a fin. Y la vivimos como actores de nuestra propia historia.

He recordado la lejana lectura del Edipo Rey de Sófocles, al pensar en ese círculo que es existir, afortunadamente, desde la infancia a la vejez dejando huellas magnificas en el gran período vital de la juventud: divino tesoro, como lo canta la poesía Todas esas etapas las anhelamos vivir con alegría. Sí. La vida debe ser alegría…hasta las de coco y anís.

Cuando llegamos, con madurez mental, a la vejez, y más sí obtuvimos una pensión vitalicia, no deseamos recónditamente que nos llamen ni sentirnos viejo. La palabra nos choca y hasta se ha pedido a la Real Academia de la Lengua Española que renové su significado, para que no se comprenda como una discriminación. Pero, realmente la vejez es un descubrimiento de nuestra infancia. No sólo por la lentitud en que se vive en ambos extremos de la existencia. En una “gateamos” (en cuatro patas) y en la otra nos sostemos con tres “patas” o bastón o un “caminador”. En ambas necesitamos sumo cuidado. Volvemos a caminar lento, pero sin descuido, pues de caer se nos daña el caminao. Y eso, si es fatal.

Imagen proporcionada por el autor.

Dentro de ese cuidado que cada uno de esos extremos exigen, donde los viejos regresamos, de la mejor manera, a sentirnos niños, es pertinente someterse a alguna dependencia. Los niños a sus padres y los “vicarios” a la ciencia médica. Quiero decir que se extravía la famosa autonomía que proclamos y disfrutamos en la juventud. La verdad es que tener nietos rejuvenece, ya que renacen las “ansías” de ver crecer dichosamente la fuerza química de la filiación. la sangre llama. Y es la química sanguínea la que nos une. Lo demás son afectos que hasta se pueden negociar: los hogares geriátricos y las guarderías lo evidencian.

Por eso, una de las habituales recomendaciones es que luego de la mayoria de edad, aludo a la edad pensionable (57 las damas y 63 los caballeros), no nos perdamos de hacernos medir la presión arterial -una calibrada del motor- , a fin de saber si la vejez avanza, irremediablemente, o retrocedemos a una niñez especial: tener la piel ajada, pero las entrañas adolescentes. Dicen que la fruta madura es más sabrosa. ¡adivinen los sabores de la vida!.

Leo sobre la vejez desde el momento que pensé que debería pensionarme a la edad legal, no a la forzosa. Y desde entonces a esta parte, a dos pisos de la séptima, todas las recomendaciones de los filósofos de la senectud son que hay que con-sentirse. Quererse en lo propio. Y ese aprendizaje es poderoso para no creerse viejo, aunque en todas partes te lo recuerden para joderte. Por eso, hoy me consiento más que ayer. Y rescato, en cada sueño, el niño-adolescente que luce sus canas con orgullo y bien peinado. Consiéntanse que no hay tercera edad, sino una sóla vida.

no nos perdamos de hacernos medir la presión arterial -una calibrada del motor- , a fin de saber si la vejez avanza, irremediablemente, o retrocedemos a una niñez especial: tener la piel ajada, pero las entrañas adolescentes. Dicen que la fruta madura es más sabrosa. ¡adivinen los sabores de la vida!.

Imagen proporcionada por el autor.

Otro de los temas que invaden los libros y las noticias de auto-ayuda es el de la longevidad. En este punto, poco me detengo, pues con una abuela materna que vivió 94 años, una tía madrina que roza el siglo y mis padres fallecidos más allá de los 80s cumpleaños, guardo calladamente la convicción que seré bisabuelo, con la dicha de gozar hasta la adultez a mis nietos. Es decir, la longeva es la sangre químicamente buena. Los odios corrompen. y dormido sueño morir.

He asumido que cada vez más, los viejos aprendemos más de una larga vida que deseamos prolongar. Y ese aprendizaje dedico horas en escuchar voces de sabios, en la magia de Youtube. Por ejemplo, escuchar a Gabo y a Varguitas, ambos Premios Nobeles de Literatura, ex-amigos “peleados” por un amor “secreto” a una mujer imposible, recordar sus años de infancia, el uno en Aracataca y el otro en Bolivia, me refuerzan la tesis circular que la una y la otra se parece en su debilidad y en su delicadeza para comprender la alegría y la creatividad de vivir un día más. Los niños y los viejos somos seres iluminados. ¿O no?

Y para concluir, les comparto unas frases del poeta mexicano, Juan José Arreola, que escribió a los jubilados (palabra que viene de júbilo):

1.”Que bueno que puedes escribir o leer esta publicación, pues aún con lentes, tu vista te permite seguir siendo independiente”,

2. “Que bueno que aunque lento, aún puedes caminar e ir a donde tú deseas”,

3. “Que bueno que todavía amas a alguien, pues es señal de que tienes un corazón sano y sediento de seguir viviendo”,

4. “Da las gracias por el blanco de tus cabellos, pues es señal de que no se te ha caído y aún puedes decidir tu corte de cabello”. Y

5. “Hoy no te tomas una botella, pero seguro estoy que hoy disfrutas más que antes de una copa, y más si va acompañada de una excelente plática o de entonar las canciones que recuerdan tus sentimientos pasados”.

Si alguien duda de estas poéticas enseñanzas para la vida, entonces no ha llegado a consentirse después de los 60s cumplidos sin bastón ni arrugas. ¡arrivederci!.

La próxima: Todo sobre el amor.

One thought on “Infancia y vejez: ambas deben ser consentidas

  1. Excelente mi hermano……abrazosssss y miles de bendicionessssss..la vida nos brinda muchas oportunidades para compartir con nuestros seres queridos.flia y amigos….Felicitaciones mi hermano querido.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *