Deporte y política en Colombia

Wensel Valegas

Tuvieron que emerger las jóvenes de la selección sub-17 de fútbol femenino para que en el mundo de las especulaciones las críticas positivas solo fueron para estas mujeres al compararlas con el fútbol masculino. Al presidente Gustavo Petro, este triunfo de las mujeres subcampeonas del mundo le recordó la idea que tiene en su plan de gobierno sobre la educación física, el deporte, la recreación y la actividad física. Una idea que tiene que estructurarse con todos los actores del sector, que beneficie a los deportistas de rendimiento y también a los que hacen deporte por salud y esparcimiento.

“Colombia, un país del deporte, la recreación y la actividad física para la convivencia, la salud y la economía productiva”, es el nombre que lleva la intención del mandatario, resaltando el valor del contexto educativo. El título enunciado del proyecto exhibe una sinergia que abarca el movimiento natural desde la niñez hasta la tecnificación exigente del deporte; resaltando, además, el componente axiológico del mismo, la salud como protección hacia el rendimiento en el ámbito diverso de lo laboral y satisfacción de las necesidades humanas. Desde esta perspectiva se requiere un recurso humano (docentes de educación física, entrenadores, monitores, médicos, nutricionistas, fisioterapeutas, nutricionistas), que tenga la responsabilidad social y humana de acompañar en el proceso de búsqueda de talentos deportivos. Por ejemplo, el presidente sugiere la presencia de viejas glorias del deporte, pero hay que insistir que estos profesionales tendrán que convertirse en maestros que aprendan y sepan enseñar, motivar, orientar, que sean conscientes de que en el mundo del deporte los esfuerzos apuntan en dos direcciones: deporte – rendimiento y deporte – salud. Hay que recordar que en el mundo actualmente son más los que requieren el deporte – salud. La capacitación de estas viejas glorias debe llevarlos a comprender que instruir no significa, sólo hablar o demostrar la habilidad de cualquier forma, hay que hacerlo correctamente, por ejemplo, si se atienden las siguientes sugerencias:

“Ganar la atención del alumno – deportista (El profesor – entrenador promueve la atención selectiva, evitando distracciones e interferencias); darle a conocer el objetivo a conseguir (los objetivos se dan a conocer, se comparten y tienen que ver con el esfuerzo, persistencia, focalizar la atención y motivación); y ofrecer claridad en la presentación (evitar la vaguedad, dar ejemplos, demostrar, utilizar modelos, llevar al alumno de un conocimiento abstracto a uno concreto)”, Magill (2001) y Rink (2012b)

En su rol de senador, Petro, señaló: “La educación física debe ser generalizada, es un derecho fundamental y esa es la primera base para además garantizar la salud”, dijo el senador en conferencia de prensa. Es el momento sr. Presidente de reivindicar a la Educación Física en las escuelas de Básica Primaria, desde estos escenarios es donde salen los talentos deportivos, que son descubiertos por casualidad, porque esta área está ausente en muchas escuelas públicas, por ejemplo, del departamento del Atlántico, y también del resto de los departamentos costeños. En nuestra básica primaria, la Educación física está ausente, una ausencia que se ha convertido en una carencia histórica, en una patología social, en palabras de Manfred Max Neef. Desde mis inicios como profesor en esta área se discute, se delibera, pero también hemos divagado debido a una falta de formación política.

Se requiere entonces el diseño de una política pública de la Educación física, la recreación y el deporte, que el estado tendrá que adoptar concertando con la sociedad civil un conjunto de acciones a planificar y ejecutar, encaminadas a mejorar las condiciones de vida de la población, enfatizando en los grupos más vulnerables excluidos de los beneficios de este sector. La política pública al diseñarse e implementarse, existe a través de un programa estructurado; tiene que ser coherente con lo establecido en la Constitución Política de Colombia, la ley 181, del deporte y la ley 115 de Educación, en los temas pertinentes al área de trabajo, reales y coherentes con las necesidades de la población en cada región del país. En ese sentido, se permite la participación democrática a través de los procesos de decisión, elaboración, implementación y evaluación.

Las escuelas públicas y privadas aportan el talento humano. Las universidades contribuyen con la ciencia, la tecnología y la formación profesional. Los entes deportivos, INDER distritales y departamentales, tendrán que establecer alianzas estratégicas para que haya una conexión o relación hacia la búsqueda de talentos deportivos, o la salud de las personas. Los profesores de educación física se verán abocados a desarrollar proyectos deportivos por regiones y ciudades que tributen a la práctica deportiva masiva y selectiva; también a revisar los currículos del área, considerando que la base de un buen desarrollo motor se promueve en la primera y segunda infancia, y que servirá al desarrollo de la competencia motriz en el deporte seleccionado. Para el niño, o el joven, es obligación la asistencia a la práctica deportiva con una buena preparación psicomotriz, donde los patrones de locomoción, equilibrio y manipulación estén sólidos ante las exigencias deportivas del rendimiento, o de salud – esparcimiento, en el caso de la mayor parte de la población.

También es necesario que la construcción de una política pública en deporte cuente con centros de alto rendimiento, conformados con personal técnico, educativo y científico. Dotados de laboratorios de fisiología y antropometría, que estudien al talento en sus dimensiones físicas, fisiológicas, psicológicas, nutricionales; además, realizar pruebas neurocientíficas. La buena salud es importante para incursionar en el alto rendimiento

“No se educa para el aquí y el ahora, sino para el futuro, por tanto, los profesores y entrenadores, quieran o no, intervienen y organizan las sesiones de clase o de entrenamiento para favorecer la transferencia”, (Ruiz, 2020).

La estructura deportiva en Colombia hay que diseñarlas para que las personas desarrollen hábitos en su tiempo libre, o en el tiempo extraescolar, como es el caso de los estudiantes y que está explícito en la ley 181 del deporte. La práctica deportiva se realiza y se inicia en las clases de educación física, área fundamental, que todo estudiante está obligado a cumplir; pero también es cierto que la extensión de esta práctica se realiza en un tiempo liberado de las obligaciones académicas, en este caso es el tiempo libre, o tiempo extraescolar, constituyéndose el deporte en una opción de desarrollo, disfrute y expresión de su talento deportivo. En tal sentido, la política pública tendrá en cuenta las relaciones de la vida escolar y vida deportiva, animando a los participantes de todas las edades a considerar que deporte y estudio no son incompatibles. Es importante tener en cuenta el tiempo de práctica de los estudiantes en jornadas contrarias y la disponibilidad de los docentes de Educación Física en su rol de entrenadores. También los escenarios deportivos adecuados y adaptados, la ruta de un programa deportivo, los monitores a cargo, son factores que apuntarán a la esencia del ser deportista.

En la actualidad el tema de la inclusión en los distintos ámbitos de la sociedad es una preocupación también en el mundo de la Educación Física, la Recreación y el deporte. En este sentido, surge la discapacidad como un comportamiento que intenta adaptarse a una praxis deportiva y física, que también es adaptada desde los procesos de animación que promueva la escuela a través de los profesores de educación física, modificando el reglamento y reduciendo o ampliando los escenarios. En consecuencia, es necesario investigar las posibilidades de movimiento para evitar que limitados físicos, sensoriales, de parálisis cerebral e intelectuales queden excluidos y marginados tanto en la práctica de actividades físicas como deportivas.

También es necesario que la construcción de una política pública en deporte cuente con centros de alto rendimiento, conformados con personal técnico, educativo y científico. Dotados de laboratorios de fisiología y antropometría, que estudien al talento en sus dimensiones físicas, fisiológicas, psicológicas, nutricionales; además, realizar pruebas neurocientíficas. La buena salud es importante para incursionar en el alto rendimiento, por eso es necesario el control médico y deportivo, y evitar excesos más allá de los límites humanos, fatigas crónicas, el uso de fármacos no aconsejables.

Actualmente el deporte en Colombia tiene que considerarse en un amplio espectro que contemple la educación física, el deporte de esparcimiento, el deporte de rendimiento, la recreación y la actividad física como satisfactores de un derecho social. El cambio podrá hacerse desde las instancias políticas, donde se convoquen a estamentos de la sociedad civil, con un solo propósito: ofertar una práctica deportiva que satisfaga las necesidades de salud, reconocimiento social e inclusión de las personas en espacios seguros, programas permanentes y profesores que motivan una praxis con su desempeño, haciendo uso de recursos didácticos. Hay que soñar que ese mundo hipotético puede lograrse, sin dar lugar a la pérdida de la fe y persistir en el sueño, ejercer la autonomía y hacer gala de ese slogan sencillo, observado por el filósofo español, José María Cajigal, profesor de Educación Física, al expresar: “El hombre práctica deporte porque quiere, después inventa motivos que lo justifiquen”.

Sin una carta de navegación en el mundo del deporte, la recreación y la educación física, seguiremos naufragando, quizás a la espera, de que, de un momento a otro, en cualquier deporte surja espontáneamente un deportista que se lleve nuestra admiración, pero teniéndole que escuchar que nunca el Estado se preocupó por él, o por ellos, mucho menos los gobiernos de turno. Hemos visto desfilar a Nairo Quintero, Mariana Pajón, Catherine Ibarguen, Egan Bernal, Anthony Zambrano, Linda Caicedo, Lucho Díaz, Kid Pambelé, el Pibe Valderrama, Lucho Herrera. Todos ellos han contado sus historias impregnadas de esfuerzos, dolor y llantos, pero también de alegrías, triunfos y medallas, teniendo que soportar la intromisión de políticos oportunistas, cuando ya no los necesitaban. El deporte les permitió ser visibles, ser reconocidos; dejaron de ser algo, o una cosa anónima, y se convirtieron en alguien, ahora acosados por las cámaras y la sociedad de consumo. Todos ellos son unos héroes que brotaron de una tierra árida, con una fuerza interior que les ha compensado el dolor y una sonrisa donde brilla el amor propio y el orgullo.

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