Como en el cuento de Julio Cortázar “La Casa Tomada“, en Argentina las universidades nacionales y públicas han sido “tomadas” por estudiantes, docentes y empleados, en una parálisis general de una semana sin vida académica, para rechazar la decisión gubernamental de “desfinanciación” y defender el delgado y caro principio de autonomía universitaria, desaparecido de nuestra Alma Mater de Puerto Colombia.
Las noticias que se generan alrededor de la Universidad del Atlántico son frecuentes y de diversas fuentes y contornos. Pero dos recientes avivaron el interés de reflexionar, un poco, sobre lo que se anuncia y lo que ocurre en nuestra Universidad, que realiza en estos días elecciones para escoger representantes de sus estamentos ante los cuerpos plurales de la misma, como Superior, Académicos, Junta Pro-ciudadela, la que conoce de los destinos de la estampilla universitaria.
Respecto a la Contribución Pro-Ciudadela Universitaria se informó, en días pasados, por parte del “tri” Gobernador del Departamento que se hará una inversión millonaria para renovar y/o reconstruir la sede de la carrera “20 de Julio”, a nivel de infraestructura para ampliar servicios administrativos y académicos. Pero que la anunciada decisión debe discutirse, inicialmente, en la Asamblea del Atlántico, es decir sea “aprobada” por los diputados, antes que los universitarios.
La otra noticia de interés fue la declaración radial del Señor Rector de Uniatlántico sobre “El desbordamiento” de los problemas de Salud Mental en la población universitaria, reflejados en los puntuales casos de suicidios, con trágico escenario los edificios de la Ciudadela, registrados recientemente. Y sobre los cuales el Rector expresó que no están en capacidad de afrontar, por lo que pidió colaboración a varios Ministerios.
Ambas declaraciones, la del Gobernador como la del Rector, entrañan importancia pública para reflexionar sobre el futuro de la universidad, que no es una entidad adscrita al Despacho del Sr. Gobernador o del asesor en educación superior, sino un ente universitario autónomo, con Facultades constitucionales, legales y estatutarias para decidir sobre las situaciones que afectan, gravemente, a sus estudiantes y docentes como a la comunidad en general.
Frente a la incapacidad para abordar las situaciones de Salud Mental, al interior y exterior de la Ciudadela, es pertinente preguntar: ¿qué labor desempeña la vice-rectoría de bienestar universitario? Será únicamente para viáticos o para generar empatía entre los estamentos, conociendo pedagógicamente las historias de dolor y lágrimas del estudiantado.
En las pasadas administraciones departamentales se han edificados sedes de la Universidad, tanto en Suan como en Sabanalarga y se ha informado de una nueva en Soledad, lo que indica que la pretensión política es regionalizar la educación superior estatal. Por ello me resulta contradictorio que ahora el gobernador de lo autonómico pregone, con recursos propios de la Universidad, reconstruir la infraestructura de la sede “20 de Julio”.
Es preciso recordar y preguntar: qué va a ocurrir con el predio, y edificación, ¿del Antiguo Colegio Barranquilla para Varones?, del cual el actual Gobernador despojó a la Universidad. Y que está convertido en un muladar sin que las “plañideras” de sus egresados hayan logrado rescatarlo, para traer paz a sus nostalgias de adolescentes del pasado siglo. ¿Acaso el plan “Verano” debería incluir la devolución jurídica y arquitectónica del “Colegio” al patrimonio universitario? Solo pregunto cómo egresado doliente.
Cuando estudié historia leí que: “El aire de ciudad libera“. He recordado la frase de Henry Pirenne, referida a la Edad Media, ahora que están “regionalizando” nuestra educación superior. Es decir, pretendiendo “aprisionar” a los jóvenes en el pueblo atrasado e impidiendo sus sueños de vivir en Barranquilla: ciudad comercial, industrial y portuaria. Es decir, liberadora como lo creyeron los galaperos con sus vacas y los palenqueros con su libertad, según las versiones de la fundación de la puerta de oro. Hay que construir una nueva y gran sede en “20 de julio”, para liberar los sueños juveniles.
Frente a la incapacidad para abordar las situaciones de Salud Mental, al interior y exterior de la Ciudadela, es pertinente preguntar: ¿qué labor desempeña la vice-rectoría de bienestar universitario? Será únicamente para viáticos o para generar empatía entre los estamentos, conociendo pedagógicamente las historias de dolor y lágrimas del estudiantado. Y lo expreso porque se rumora que el Vice-rector actual de Bienestar, apunta a ser, con escultura, el nuevo Rector.
En fin, bueno sería escuchar el pensar del Representante Legal de la Universidad sobre los anuncios en obras públicas del Gobernador, como si los recursos de la Estampilla fueran propios y él, el ejecutor. Es hora de que la autonomía universitaria sea defendida por los universitarios cautivos y que se acabe el aprovechamiento de esos dineros por quien, en el pasado, los usó indebidamente. Es hora de ser cuerdos con la universidad cuyo mundo libera.
La Próxima: Barranquilla, La Casa de la Selección.
En la Universidad, lo que veo es una profunda desmotivación del estudiantado …
Hay mucha instrumentalización y abusos en intereses particulares de Egos y pequeños; pero mezquinos poderes.