Pedagogía de la compasión
A Fabio, el portero de un edificio por mi barrio, todo el mundo le dice Higuita porque nunca está en la portería. Ya se volvió un ícono; el inquilino que va a sacar el carro del garaje, por ejemplo, tranquilamente pregunta: “Oye ¿Y por dónde anda Higuita, ah?” Todo un personaje. Le permiten todo eso…
