Jamás quise que sucediera
Jamás quise que sucediera. En la familia dijeron que me desquitaba porque mamá y papá nunca me dejaron ir a la escuela, porque me tenían como una esclava y eso me daba rabia, decían – y que no me cansaba de repetirlo – cuando estaba malhumorada; proseguían: que a falta de una sirvienta yo era…
