Adiós al Boni Martínez
Imagino que mientras leía a Sabines, el poeta mejicano, en estos últimos días, Bonifacio agonizaba frente a una muerte que le guiñaba el ojo, deseosa e implacable ante el dolor y el sufrimiento, indiferente y complacida consigo misma ante el fiel cumplimiento del deber. Después estalló el llanto y la ansiedad de los días previos…
