Como ñero, es decir, barranquillero del siglo pasado y en el ejercicio de profesiones como la docencia universitaria, reportería en prensa y radio más la abogacía de litigios y asesorías, he tenido ocasiones de conocer y asistir a los llamados clubes sociales de una ciudad en constante crecimiento urbano y comercial. Y por ende de un acelerado desplazamiento o ascenso social. Esa experiencia es invitación a contar.
La Barranquilla del siglo XX era, en su estrato socio-económico alto, una ciudad de Clubes Sociales, donde transcurría la vida de farándula y eventos para las páginas “sociales” de los diarios de entonces. Recuerdo El Club Barranquilla situado en la esquina de “Veinte de Julio con Jesús”, en pleno centro. Y otros como El Alemán, El Italiano, El Campestre, ubicados al norte. Todos los mencionados desaparecieron, como tal. Hoy el espacio se ocupa en otros menesteres fenicios o la maleza crece.
Un grupo de compañeros ex monómeros
De todos los Clubes Sociales de antaño, como habría dicho el Gran Chelo de Castro(qepd), el único que subsiste, presumo, en su agitada agenda es el country club, ubicado sobre la Calle 76, que continua siento escenario, en su Salón Jumbo, de espectáculos de Carnaval y musicales. También religiosos. Y centro de reuniones gastronómicas, familiares, políticas y económicas. “El Country,” como le dicen, mueve aún la vida de killa.
Pero el crecimiento urbanístico de la ciudad, que mueve toda “La rosa de los vientos“, ha provocado la construcción de “modernos” centros comerciales, donde se ha venido concentrando actividades bancarias, culturales, culinarias y sociales más allá del comercio. Uno de tales Centros es buena vista, cuya edificación y funcionamiento ha dinamizado, en los 20 años, el norte periférico de Barranquilla.
Más conversadores del Buenavista Social Club
Buenavista es un complejo comercial de tres (3) unidades: El Uno, El Dos y El Mall Plaza, entrelazados por dos puentes “aéreos” que unen la calle 99 y la carrera 54, donde están ubicados. Como tienes amplios corredores y zona de comidas y cafeterías, una comunidad de ciudadanos barranquilleros, pensionados, hombres y mujeres, los han “incorado“, tanto de mañana como en vespertina, para sostener tertulias, conversaciones para dejar correr, tranquilamente, la vida sana. Y buena.
Otro hecho relevante fue la Declaración de Independencia de Cartagena, el 11 de noviembre de 1811. Esta ciudad, una de las más importantes del Nuevo Reino de Granada, proclamó su independencia absoluta y dio origen al llamado “Estado Libre de Cartagena”, que perduró hasta 1815. Fue la segunda ciudad, después de Mompox, en separarse por completo de la corona española.
Con la colaboración de los señores Ricardo Cabas y Jorge Barrios, reconocidos tertuliantes del “Buena-vista Social Club“, me atrevo a informar que alrededor del Café Buenavista, ubicado en el tercer piso del No. dos, se congregan jubilados y/o pensionados de monómeros, el Sena, Avianca, Egresados del colegio de Barranquilla para varones. Otras tertulias se reúnen pasillos del uno, tanto en el primero y como el segundo piso. Estas son menos numerosas y ocasionales.
Una de tales tertulias es la de ex-empleados de monómeros colombo-venezolanos, en la que laboraron más de 25 años. Y se reúnen religiosamente, las mañanas de lunes, miércoles y viernes. La integran los siguientes señores: Ricardo Cera, Rafael Candil, Alfonso Cabrales, Ricardo Cabas, Puyo de Castro, Gerardo Certaín, Feliz Moreno, Jaime Rosado, Orlando Chávez, Toño del Risco, Jesús Padilla, Raúl Insignares, Ricardo Rodríguez, José Munera y Genaro Romero. Se auto-denominan “chicos malos”.
Pero al otro costado del café Buenavista se instala, cada día ordinario e incluso sábados, domingos o festivos, otras tertulias integradas por pensionados del Sena, Avianca o egresados del “Barranquilla para varones“. En todas ellas, he visto “moverse como pez en el agua” al Sr. Jorge Barrios, una especie de canciller de los tertuliaderos que se han instalados, cómoda y agradable mente, en los Centros Comerciales Buenavista 1 y 2.
Miembros de una de las tertulias
También existe otra tertulia denominada “los veteranos“. Pero no dudo en considerar que la comunidad, de hombres y mujeres(algunas), que asiste, como sana costumbre, a los pasillos comunes del Centro Comercial, a tertuliar, o sea a conversar, a dialogar, a “arreglar el mundo”, a Barranquilla y sus alrededores, son todos veteranos de la vida buena, del trabajo disciplinado y honesto y del respeto a la familia. Solo hay que verlos para llegar a tal conclusión.
Decidí titular: Buenavista, Club Social, porque las tertulias barranquilleras que en sus pasillos concurren, además de tomar “tinto“(café), repartir “mecatos” y deliberar como viejos amigos, permiten celebrar cumpleaños con familiares, compartir con nietos y mascotas. Es decir, sentirse libres y contentos como si estuvieran en un hogar, departiendo en el patio o en la terraza de la casa. En hora buena, buena vista es un club social, sin pago de cuota.
LA PRÓXIMA: DEL RESCATE AL MERCADO DE GRANOS Y EL MUSEO BARRIOBAJERO.
Excelente, he sido testigo de éstos encuentros y cuando he estado de visita en el Buenavusta 1 y 2. Felicitaciones amigo por tus certeros comentarios elogiando la amistad en esos encuentros
En el artículo sobre el Buenavista que es un centro comercial de tres unidades, el autor indica que tiene amplios corredores, zona de comidas y cafeterías, ha sido aprovechado por una comunidad de ciudadanos barranquilleros pensionados, hombres y mujeres, quienes en diversas jornadas sea mañana o tarde se reúnen, para sostener tertulias, conversaciones para dejar correr, tranquilamente, la vida sana. El título del escrito me remonta al Buenavista Social Club cubano que estuvo constituido por una elite de geniales músicos mayores que impactaron el mundo musical con sus tremendas melodías. Un buen homenaje a los contertulios del Buenavista.