Los conflictos aparecen como una constante en la historia de la humanidad. Son, como afirma Galtung inherentes a todos los sistemas vivos en cuanto portadores de objetivos. En algunas etapas de la historia fueron una fuerza motriz que contribuyó a generar verdaderos cambios en provecho del hombre, pero en otras, trascendiéndose a sí mismos y convirtiéndose en violencia condujeron hacia la deshumanización absoluta. De ahí su importancia, sentido para la vida y el destino de las personas. (Galtung, 2003ª).
La imperiosa necesidad de conocer los conflictos en su complejidad práctica, en sus lógicas internas y externas, facilita teorizar sobre los mismos y sistematizarlos para devolverlos a la realidad en forma de nociones y modelos accesibles que sean manejables por la racionalidad humana, así en la medida de lo factible, es plausible contribuir a hacer más llevadero este complejo peregrinaje por el mundo. Este ejercicio mental estructurado y sistematizado, es lo que los seres humanos llaman ciencia. En el inmenso campo de la naciente ciencia de los conflictos o conflictuaría (Vinyamata, 2004). Se encuentran diferentes teorías que la enriquecen, entran en diálogo, la complementan o en términos de Popper, intentan falsarse o someterse a prueba.
En este contexto surge la figura de Galtung, pionero en los Estudios para la paz, considerado uno de los teóricos sociales más importantes de estos tiempos. Su teoría de conflictos, más allá de su perfectibilidad y de las falencias que pueda tener, continúa siendo un importante referente teórico para los investigadores en el campo de los Estudios para la paz.
A continuación, se presenta una síntesis de las tesis de Johan Galtung, con especial énfasis en su teoría del conflicto. Desde una perspectiva metodológica, no se trata de una aproximación exclusiva a dicha teoría, ya que es imposible desvincularla de otros conceptos fundamentales presentes en sus argumentos: la paz, la violencia y el desarrollo. Estas tres categorías, que también forman parte de su investigación, están estrechamente relacionadas con sus planteamientos y resultan esenciales para comprender su enfoque integral.
Es importante resaltar dos ideas básicas que dan las primeras pistas de la perspectiva antropológica propuesta por Galtung. Primero que la complejidad humana, requiere respuestas igualmente complejas. Para ello; es oportuno romper con esquemas dualistas y simplificadores para abrirse a otro tipo de racionalidad. Las concepciones antropológicas sobre el hombre parten de un criterio hermenéutico y práxico de la historia, y las civilizaciones, en ese sentido es necesario entender que no hay una sola historia, sino historias. (Galtung, 2003ª).
Una segunda afirmación de Galtung se relaciona con el fundamento antropológico de la paz. En ese sentido, sostiene que el «hombre es un ser con capacidad de paz». Para llegar a esta conclusión, Galtung analiza cuatro teorías de la evolución que, a su juicio, son las más representativas. Realiza una crítica a cada una de ellas y, posteriormente, elabora su propia teoría a partir de una síntesis que integra los elementos más relevantes de todas.
Reflexiona Galtung sobre si es el hecho de la cooperación o la competencia, lo que lleva al hombre a acercarse para cumplir con su destino final, que es evolucionar. Ahora bien, una vez que se aproxima a una concepción antropológica del hombre. Galtung intenta responder a la cuestión fundamental sobre la naturaleza humana apoyado en las siguientes categorías: violencia, humanidad y ser sujeto con capacidad de paz, las cuales para este pensador solo tienen sentido en la cooperación. (Galtung, 2003ª).
Galtung al analizar la racionalidad de la paz, considera que la historia de la humanidad, ha estado guiada muchas veces por la máxima si vis pacem para bellum, que traduce si quieres la paz, prepárate para la guerra, marcada por episodios de sufrimiento y dolor, que representa al mismo tiempo un desafío intelectual que el hombre no ha podido superar.
En ese sentido, sostiene que el «hombre es un ser con capacidad de paz». Para llegar a esta conclusión, Galtung analiza cuatro teorías de la evolución que, a su juicio, son las más representativas.
Galtung y otros investigadores de la paz, proponen un giro epistemológico mediante el cual sea posible comprender el carácter activo, científico, factible y práctico de la paz. Intentan demostrar que en verdad la paz es una realidad que puede ser racionalizada y teorizada. Nuestro autor insistirá, refiriéndose a la ciencia en general y a los estudios acerca de la paz en particular, que no hay nada más práctico que contar con una buena teoría sobre la paz (Galtung, 2003ª). Una teoría que permita observar no únicamente la violencia y la destrucción, sino que también sea una posibilidad para desarrollar justicia, cooperación y paz. La paz es posible, «pensad, discutid, actuad, las alternativas existen» (Galtung, 1984), insistirá el autor.
En este sentido la propuesta de Galtung es pasar a la idea si vis pacem para pacem (si quieres la paz, prepárate para la paz) (Galtung, 2003c), esto como un ideal, pero también como un proyecto realizable, afirma que debemos ser realistas en nuestras mentes y mantener viva la flama del idealismo en nuestros corazones, (Galtung e Ikeda, 2007). La propuesta de Galtung se puede resumir en la premisa de que la paz por medios pacíficos, debe ser el horizonte de las investigaciones y de las acciones orientadas a la paz, esto encarna una antropología renovada que pone su confianza en el hombre una especie de idealismo humanista.
Conlleva un cambio de paradigma que consiste en el paso de la paz por medios violentos a la paz por medios pacíficos; con la convicción de que la paz puede ser aprendida y enseñada en nuestra opinión mediante una Pedagogía para la paz. Pues: «No hay camino para la paz, la paz es el camino» (Gandhi). «En vez de mirar a la paz como el ideal distante, tenemos que actuar en modo que cada paso en su dirección represente la paz» (Galtung e Ikeda, 2007).
Galtung considera que este cambio de paradigma, se materializa en un proyecto noviolento debido a su coherencia entre medios y fines. Para ello se apoya en Gandhi quien consideraba que los fines y los medios debían siempre coincidir y estar sujetos a los mismos principios éticos: la violencia solo puede generar violencia (la noviolencia siempre generará noviolencia) (Mohandas, 1973). La Paz por medios pacíficos tiene que ser afrontada con mucha racionalidad; respeto por el hombre y sus necesidades básicas relacionadas con su bienestar, libertad, identidad y sobrevivencia.
El proyecto de la Paz por medios pacíficos, pone al hombre como punto de partida, por encima de las ideologías, credos, partidos políticos y países. La base epistemológica del proyecto de la Paz con medios pacíficos está centrada fundamentalmente en el esfuerzo de hacer inteligible una idea antropológica de paz transformándola en un concepto teórico de paz.
Históricamente son tres las etapas acumulativas por los que transitaron estos esfuerzos:
Primera etapa: Paz negativa y estudios científicos para la guerra.
Segunda etapa: Paz positiva, estudios sobre cooperación al desarrollo, desarme y refugiados.
Tercera etapa: Paz cultural y cultura de paz, nuevas culturas versus nuevas realidades.
Concretamente la tesis para una epistemología de la paz en Galtung, es en alguna medida complementaria de las concepciones tradicionales de la ciencia, se basa en la introducción, puesta en evidencia de los valores y el constructivismo como elementos del método que aportan datos, teorías y enfoques del mismo basados en corrientes como el empirismo y criticismo respectivamente.
En ese sentido desde una pedagogía para la paz se puede trabajar en el aula con el conflicto derivado de las naturales diferencias entre los seres humanos, este es parte de nuestra naturaleza humana y a la vez una interesante fuente de aprendizaje sobre lo que implica el saber convivir.
En Galtung está claro el principio de que una teoría de conflictos, no sólo debe reconocer si los conflictos son buenos o malos; esta también debe ofrecer mecanismos para entenderlos lógicamente, criterios científicos para analizarlos, asimismo metodologías centradas en la creatividad, empatía y no violencia para transformarlos. Bajo la convicción de que la paz puede ser aprendida y enseñada en cualquier modelo educativo mediante estrategias didácticas centradas en una Pedagogía para la Paz.
La paz es el anhelo de todos. No desearla podría considerarse como un estado patológico de las personas y sociedades que hacen caso omiso a estas reflexiones. Buen análisis el de Galtung, sobre la paz. Desde una perspectiva estructural la paz es necesaria. Desde una reflexión budista, la fuente de nuestro dolor existencial apunta a emociones como la ira, el rencor, la culpa, tanto en lo individual como en lo colectivo. En este sentido, los egos requieren urgente de prácticas de virtudes como la compasión, la bondad, la alegría empática y la ecuanimidad. Entristece hoy día el lenguaje violento e intransigente de las ideologías, que nos alejan y vuelven la paz una utopía.
Excelente reflexión. Me hizo pensar en cómo cada uno de nosotros puede cultivar la paz desde lo cotidiano, priorizando el diálogo y la cooperación sobre el conflicto