“De qué hablo cuando hablo de escribir”, de Haruki Murakami

Una vida dedicada a algo que no resulta divertido no tiene ningún atractivo“. H. Murakami.

Gabriel García Márquez, mucho antes de ser honrado con el Premio Nobel de Literatura (1982), dijo que él escribía: “Para que mis amigos me quieran más!”; muy seguramente aludía a sus amigos de la tienda la cueva de Barranquilla, quienes le alimentaron, con consejos, libros y atenciones su indeclinable vocación literaria y periodística. Gabo, entonces, escribió por afecto a sus amigos de siempre: personajes en sus novelas.

No ocurre igual con el escritor japonés, Haruki Murakami, reciente Premio Príncipe de Asturias, quien en su libro “De qué hablo cuando hablo de escribir“(Tusquets), una especie de auto-biografía, afirma: “Mi único pensamiento claro respecto al acto de escribir fuera el hacerlo para sentirme bien”. Y enfatiza diciendo: “Escribir está bien si resulta divertido”. Murakami es candidato al Nobel.

Así que en los once (11) capítulos del libro, de casi 300 páginas, Murakami se dedica a responder a interrogantes, como: 1. ¿Son los escritores seres generosos?, 2. ¿Cómo afrontar la escritura de una novela larga?, 3. ¿Qué personajes crear?  4. ¿Qué escribo? y 5. ¿Para quién escribo? Pero también reflexiona sobre temas como: La originalidad, La Escuela, Los Premios Literarios y Cuándo se convirtió en escritor.

No intenta Murakami ser un experto en dar consejos a escritores en cierne. Básicamente cuenta aspectos propios, vivencias, para ir dando respuesta, muy suyas, a cada uno de los interrogantes planteados. Son relatos sin alardes ni pedantería de quien se cree maestro. Por ello, los creo útiles para todo aquel que escriba o desee hacerlo, no como oficio alimentario, así habría dicho Vargas Llosa, sino para divertirse.

“Quería centrar mi vida en la escritura. Quería dedicar todo el tiempo del que pudiera disponer a escribir. Digamos, aunque sea exagerado, que quemé todos los puentes para no tener la opción de volver atrás”. Para rematar: “Cambié mi vida por completo sin dudarlo”.

En este punto, debo advertir que para mí escribir es un oficio. El oficio que me ha permitido vivir decentemente. Todos mis logros, como tener familias, laborar hasta pensionarme y seguir laborando, estudiar, viajar y amar y ser amado, todos se los debo a escribir, desde poemas en las madrugadas, memoriales y conceptos antes de siesta, noticias, crónicas y reportajes. Y uno que otro ensayo académico. Sin escribir habría sido un pésimo ayudante de albañilería, aún cargando ladrillos. 

Pero volvamos a Murakami. Al responder, por ejemplo, dio otros “consejos” a quienes lo interrogaron, los cuales resumo así: 1)”una de las cosas más importantes para alguien con intención de escribir es, de entrada, leer mucho“, 2)”Deberíamos adquirir el hábito de observar en todos sus detalles los fenómenos y acontecimientos que tienen lugar delante de nuestros ojos”, 3) “Reflexionar sobre ellos”.

Y continúa sugiriendo actitudes para escribir. 4)”Esperar…se detiene para repensar cuestionándose a sí mismo”, 5)”aprender a acumular los materiales de la realidad tal cual”, 6)”Coleccionar ese tipo de detalles, clasificando con un etiquetado en la mente” y 7)”Confiar en la memoria, tiene un proceso de selección natural que conserva lo importante y elimina lo superfluo”.

Después de señalar esas seis (6) recomendaciones, el novelista japonés dedica un capítulo a responder: “¿Para quién escribo?”. Y dice: “Quería centrar mi vida en la escritura. Quería dedicar todo el tiempo del que pudiera disponer a escribir. Digamos, aunque sea exagerado, que quemé todos los puentes para no tener la opción de volver atrás”. Para rematar: “Cambié mi vida por completo sin dudarlo“.

Ese cambio de vida se inició, según cuenta, cuando viendo un partido de béisbol percibió un mágico mensaje: Que se dedicara a escribir. Vendió el bar de jazz del que vivía, cambió de residencia y en la mesa del comedor comenzó a escribir, en manuscrito, su primera novela “Escucha la canción del viento“, con la que ganó el premio que otorgaba una revista literaria a escritores jóvenes.

Murakami es considerado “El mejor escritor vivo“. Y entre sus obras se encuentran, entre otras: Sauce Ciego, Mujer Dormida, Tokio Blues y Los años de peregrinación del chico sin color. La más reciente.

Pero además es autor “De que hablo cuando hablo de correr“, obra muy personal y que próximamente volveré a leer.

Murakami es un autor para volver.

La próxima: “Buena Vista Social Club”

One thought on ““De qué hablo cuando hablo de escribir”, de Haruki Murakami

  1. El interesante artículo titulado “De qué hablo cuando hablo de escribir”, de Haruki Murakami —comentado por Gaspar Hernández— recoge una frase reveladora de Gabriel García Márquez: “¡Para que mis amigos me quieran más!”. En la misma línea de sinceridad, Murakami afirma: “Mi único pensamiento claro respecto al acto de escribir fue hacerlo para sentirme bien”. Para Gaspar Hernández el escritor Murakami no pretende erigirse como un experto en dar consejos a escritores noveles. Más bien, comparte vivencias personales y reflexiones íntimas con el fin de responder, a su manera, a las preguntas que plantea en su obra. Considero que este libro funciona como una suerte de manual —no tradicional— para quienes se inician o sienten curiosidad por el arte de escribir.

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