El fútbol y su filosofía

“Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha“.

Diego Maradona.

Cuando vi la verde portada del libro “el futbol y su filosofía“(Rocaeditores), exhibido en el estante de La Nacional de Buenavista, en quien primero pensé fue en mi nieto Jesús Mario, un adolescente apasionado a “la pelota”, y sin ningún titubeo decidí comprarlo para obsequiárselo sin papel de regalo. Así, descubierto, sin misterio. Intuí que le gustaría leerlo, pues aprende, práctica, ve y conversa de fútbol cada día, con una pasión de niño crecido.

Al adquirirlo no corrí a entregarlo. Decidí revisar su contenido, para estar consciente que la lectura resultara útil para su formación intelectual, académica y deportiva. Mi nieto cursa los primeros años de estudios del Bachillerato y “milita” en una escuela de fútbol, con la que ha participado en eventos nacionales. Página a página y capítulo a capítulo lo revisé y lo creí apto para su lectura.

El autor es Martí Perarnau, un ex-atleta olímpico y recor-man en España. Nacido en Barcelona, España. Además autor de tres libros sobre el ex-director técnico del Barca de Messi, Iniesta y Xavi Hernández, cuyos títulos son: “Herr Pep”, “Pep Guardiola, la metamorfosis” y “Dios Salve a Pep”. También es autor de la obra “La Evolución Táctica del Futbol”. O sea, tiene “pedigree” para garantizarme su lectura, pues soy fanático del Barcelona, razón suficiente para leerlo.

El libro, de 190 páginas, contiene 30 breves relatos titulados con frases pronunciadas, en diversas circunstancias, por célebres y connotados futbolistas y directores técnicos, desde X. Azkargorta hasta J. Cruyff. Son unas brevísimas crónicas, una mezcla simpática de anecdotario, que teje la historia del fútbol desde su creación por los ingleses y el desarrollo global como pasión de multitudes. Es de una lectura agradable y repleta de datos de colección para amantes de la pelota, como la llama mi nieto con acento del Sur.

Emilio, mi nieto, tras la pelota./Foto: Gaspar Hernández

Así mismo, el libro es una especie de galería, o alfombra roja, por donde desfilan nombres e ideas de una larga lista de autores, en especial filósofos, como músicos, físicos, políticos y cineastas. Algunos de los filósofos son: Platón, Aristóteles, Epicuro, Cicerón, Montaigne, Pascal, Niezstcke, Ortega y Gasset, Lucía Ferry, Comte-Sponville, Sócrates, Marco Aurelio y, entre otros, I. Kant, el más citado por aquello de la razón y la emoción...en un partido de balompié, en gramilla verde y graderías alborotadas.

Leer en el alba las páginas de: el fútbol y su filosofía, ha ayudado a comprender el porqué de quienes hablan, a toda hora, de fútbol no dialogan, sino que arman polémica como si fueran enemigos en combate. Es que el juego nació, en táctica y estrategia, de imitar la guerra. El fútbol está signado por el triunfo o la derrota. Igual que las guerras que siguen carcomiendo a la civilización de las palabras. Del fútbol, como espectáculo, no se ha retirado la violencia entre fanáticos.

Así mismo va fusionando ideas de filósofos con expresiones, casi circunstanciales, de futbolistas y directores reconocidos, en el ejercicio del deporte. Entre ellos me permito anotar los siguientes: Jorge Valdano, Heleno Herrera, Diego Armando Maradona, Marcelo Bielsa, Pep Guardiola, Carlos Salvador Bilardo, César Luis Menotti, Franz Beckenbauer, Alfredo Di Stéfano, Carlos Ancelotti y Arrigo Sacchi, entre otros.

En esa labor dialéctica, con aire de chisme inteligente y decente, entrecruza algunas doctrinas o escuelas filosóficas para darle fundamentación a las frases de futbolistas que utiliza de motivación creadora. Algunas de tales escuelas son: marxismo, pragmatismo, idealismo alemán, platonismo, pensamiento complejo, taoísmo, nihilismo, empirismo, mayéutica, existencialismo, la relatividad y otras más que hacen la lectura interesante, didáctica, casi pedagógica.

De niño mi tío Caamaño me regalo un balón de cuero con “pitongo”, que pateaba solo bajo el sol del mediodía, en un gran solar que, luego, sería una cancha de fútbol desaparecida llamada la esperanza, hoy un barrio del sur oriente. Adolescente fui el capitán del “once pares de bota“, el equipo de El Santuario y, hasta, hice un gol de media cancha. En la libre, mientras estudiaba códigos, formamos un equipo para patear y sudar los sábados. El fútbol, como el amor, ha habitado mi vida.

Por ello, leer en el alba las páginas de: el fútbol y su filosofía, ha ayudado a comprender el porqué de quienes hablan, a toda hora, de fútbol no dialogan, sino que arman polémica como si fueran enemigos en combate. Es que el juego nació, en táctica y estrategia, de imitar la guerra. El fútbol está signado por el triunfo o la derrota. Igual que las guerras que siguen carcomiendo a la civilización de las palabras. Del fútbol, como espectáculo, no se ha retirado la violencia entre fanáticos.

Deseo concluir esta reseña, que se queda corta ante tantos datos que contienen las anecdotas relatadas, con gracia literaria y filosófica, con la dedicada al “enfrentamiento” en un partido de fútbol imaginario entre filósofos, griegos y alemanes, entre estos solo actuó el Kaiser Beckenbauer. Los equipos alinearon así:

Sócrates (Capitán y autor del único GOL), Heráclito, Sófocles, Aristóteles, Platón, Arquímedes, Epicuro y Demócrito. El director técnico fue Tales de Mileto. Los alemanes, capitaneados por Hegel, tuvieron de entrenador a Martín Lutero; jugaron: Schopenhauer, Nietzsche, Heidegger y Kant; Karl Marx fue suplente.

Antes del pito final, ¡en homenaje al gooll!, comparto la frase de César Luis Menotti: “El gol ha de ser un pase a la red“. Sobra decir lo recomendable de su lectura a los vándalos del Metropolitano, donde la gloria de la pelota nos espera, pues somos, para envidia de muchos, ¡la casa de la selección Colombia de fútbol! Son tantos los datos que contiene el libro que, al concluir su lectura, me dan ganas de redactar otra columna. amanecerá y veremos!

La próxima: Sapere Aude alma mater.