“Cuando pasen años y sean ustedes viajeros del continente filosófico, más avezados y más viejos, sus vivencias filosóficas serán más abundantes, y entonces podrán ustedes tener una idea cada vez más clara, una definición o concepto cada vez más claro, de la filosofía”.
Manuel García Morente. Lecciones preliminares de filosofía (1938).
Uno de los más grandes filósofos de habla hispana de la primera mitad del pasado siglo XX fue Don Manuel García Morente. Nacido en Arjonilla, Provincia de Jaén (España) en 1886, logró alcanzar una sólida formación en el ámbito de la filosofía y en el manejo de los idiomas extranjeros como el francés y el alemán, lenguas que le permitieron traducir obras de pensadores europeos al español, contribuyendo con ello a la difusión de las ideas y debates filosóficos que se daban en naciones vecinas de España.
En América Latina es muy conocido su libro titulado, Lecciones preliminares de filosofía. Texto que es el resultado de su experiencia como profesor de metafísica, ontología y lógica en la Universidad de Tucumán en la república de Argentina, entre los años 1937 y 1938. Está redactado en un lenguaje bastante sencillo y ameno; cuenta con un orden en su estructura que permite al lector interesarse y comprender los problemas filosóficos de su tiempo sin caer en tantos tecnicismos que facilitan el acceso al saber de esta disciplina que se fundamenta en la reflexión y en el pensar críticos. Fue también durante muchos años profesor de ética en la Universidad de Madrid, experiencia magisterial que contribuyó a consolidar sus ideas y reflexiones como pensador de talante universal.
Ediciones Encuentro, una editorial con sede en Madrid, publicó en el año 2000 esta emblemática obra de su producción intelectual. El prólogo de esta la realizó el filósofo Julián Marías, muy conocido en la tradición filosófica hispánica. Destaca de ella lo siguiente: “En este libro de Morente convergen el que había sido, el que siguió siendo, y el que podría ser, el que se anunciaba; por razones diversas, sobre todo por su temprana muerte, no se pudo realizar con plenitud; pero me parece que este libro refleja esa dualidad, que pudo ser tan fecunda, sobre todo si se lo ve como un acto personal, que es lo que tiene que ser toda filosofía auténtica”. (Julián Marías, Prólogo a Lecciones preliminares de filosofía. Madrid: Ediciones Encuentro, página 10).
Pienso que toda persona que se inicia en el estudio de la filosofía la lectura de esta obra debería ser de obligada consulta. Lo orienta de manera magistral por los senderos de la tradición filosófica de tal manera que sitúa al lector en el conocimiento de problemáticas que son recurrentes en el estudio de esta disciplina.
Consta de 25 lecciones y en ellas se observa una reflexión inicial e introductoria (Lección I: El conjunto de la filosofía) seguida de un recorrido por la metafísica con los griegos, desde Parménides, Sócrates, Platón y Aristóteles en el mundo clásico. Luego, pasa por el tema de la intuición -como método filosófico- bajo la influencia de las ideas del francés Henri Bergson; posteriormente sigue con pensadores modernos entre ellos Descartes quien es el que fundamenta la metafísica de la subjetividad y define al hombre a partir de su axioma, Pienso, luego existo, es decir, como una cosa que piensa (res cogitans). De igual manera, reflexiona sobre el problema del conocimiento tanto en la tradición del empirismo (D. Hume) como del criticismo (I. Kant).
Se detiene ampliamente en este último pensador ilustrado, poniendo de relieve los temas claves de su producción filosófica: el idealismo, la estética, la dialéctica y la analítica trascendental son abordados con asombrosa maestría. Luego, deriva hacia un balance de la filosofía después de Kant y remata con temas asociados a la ontología de los valores, en su articulación con el valor supremo de la vida (vitalismo). Y en esa dirección comenta problemas de clara connotación existencial: la nada, la angustia, la muerte o la idea de Dios.
Es evidente que su pensamiento es una síntesis creadora y original del pensamiento filosófico de origen francés como también de autores alemanes y españoles. Tengamos en cuenta que colaboró con la Revista de Occidente, dirigida por Don José Ortega y Gasset, uno de los mayores intelectuales de la filosofía en España. Publicación que divulgaba al público de habla hispana los problemas filosóficos de esa época.
Finalmente, un hecho importante ocurrido en la vida de este pensador y resultado de una profunda crisis personal, familiar y espiritual fue su conversión religiosa y el abrazar el sacerdocio católico como camino de vida. Ese hecho que marca un punto de inflexión ocurrió hacia 1940.
En pocas palabras, García Morente estuvo al tanto de las discusiones de su tiempo y era un comentarista de alto nivel de las grandes ideas que plantearon los pensadores en la convulsionada época en que le tocó vivir (Guerra Civil española y Segunda Guerra Mundial).
El libro, Lecciones preliminares de filosofía puede dialogar en el caso de Colombia, con la obra de Danilo Cruz Vélez, particularmente, Filosofía sin supuestos. De Husserl a Heidegger, publicada en Buenos Aires en 1970. Allí este autor colombiano aborda temas que convergen con las reflexiones iniciales del filósofo español, aunque se extiende hasta el pensamiento de Martín Heidegger, autor de su célebre obra Ser y tiempo, publicada en 1927 y quizás, la mayor obra de filosofía escrita en el siglo XX. Pasando también por su análisis del pensamiento de Edmundo Husserl quien logra fundamentar la fenomenología como método de razonar filosófico. Lo anterior demuestra la universalidad de la obra de ambos autores de habla española y de esos hilos de pensamiento que en algún momento se tocan y entrecruzan.
Es curioso que en los capítulos finales de las obras de García Morente y Cruz Vélez, mencionadas anteriormente, coincidan en reflexionar sobre la relación entre metafísica y teología, aunque sugieren respuestas disímiles ante temáticas de gran complejidad intelectual y de interés para la filosofía contemporánea.
En otro orden de ideas, en la primera parte de su libro, García Morente hace una reflexión sobre el origen de la filosofía y destaca la importancia de la vivencia de esta (Erlebnis en idioma alemán, significa vivencia) como una disposición necesaria para su definición y comprensión. Es decir, si alguien desea entender el significado de lo que es filosofía primero debe vivenciarla para luego poder definirla y comprenderla: “Es absolutamente imposible decir de antemano qué es filosofía. No se puede definir la filosofía antes de hacerla” (García, M. Lecciones preliminares de filosofía. Madrid: Ediciones Encuentro. Pág.13). Destaca esta reflexión al inicio de su obra.
Otras dimensiones que comenta el autor como condición clave para el ejercicio de la filosofía es la admiración, asombro o perplejidad (Thaumatzein en griego antiguo) como también el rigor intelectual son disposiciones necesarias del espíritu para quien se consagre al saber filosófico. Con esas reflexiones preliminares el autor inicia esta monumental obra. Debe haber sido una grata experiencia intelectual para sus estudiantes escucharlo en sus clases magistrales. Es evidente que las voces y los discursos de los maestros son palabras que edifican y trasforman las almas de sus discípulos…
Otras de sus obras que han sido publicadas por Ediciones Encuentro son Esperanza de España (libro que reúne varias conferencias pronunciadas por el autor entre 1937 y 1942 y donde aborda temas relacionados con la filosofía de la historia de su país natal); Estudios literarios (obra escrita entre 1910 y 1932 que comprende algunos trabajos sobre filosofía de la literatura de algunos movimientos literarios del romanticismo francés y alemán); El hecho extraordinario (obra de carácter personal y de profundo significado espiritual, en ella cuenta su proceso de acercamiento al catolicismo y la decisión de ser sacerdote); Símbolos del pensador. Filosofía y pedagogía (en un conjunto de ensayos donde aborda temas de interés estético y educativo); Ensayos sobre el progreso (reflexión crítica sobre la idea moderna de progreso); La filosofía de Henri Bergson (libro dedicado a uno de los filósofos franceses que más influyeron en su manera de pensar) y Sobre la Teoría de la relatividad (obra poco conocida en la que reflexiona sobre esta teoría que tuvo un gran impacto en la física y en las ciencias naturales de su tiempo).
Como podemos ver la obra de García Morente fue prolífica y comprende una gran variedad de temas de interés tanto de la filosofía -ética, estética, metafísica, ontología, axiología- como de la ciencia revelando su sólida formación intelectual y humanística que vale la pena reflexionar hoy con una mirada crítica.
Finalmente, un hecho importante ocurrido en la vida de este pensador y resultado de una profunda crisis personal, familiar y espiritual fue su conversión religiosa y el abrazar el sacerdocio católico como camino de vida. Ese hecho que marca un punto de inflexión ocurrió hacia 1940. Hay una carta que Manuel García dirige al Padre José María García Lahiguera, prelado católico español, donde cuenta las complejas circunstancias que explican su trascendental decisión. Y como indicábamos anteriormente, esto se publicó en el libro que lleva por título, Un hecho extraordinario.
Manuel García Morente murió en Madrid en 1942, en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, a la edad de 56 años, dejando un importante legado de obras filosóficas y humanísticas que son comentadas y estudiadas en la actualidad y que nos invitan a adentrarnos en el apasionante mundo de la filosofía.

Una reflexión necesaria para aclarar que el filósofo no es el que estudia filosofía; sino aquellos que se atreven a desglosar situaciones problémicas de la vida cotidiana. Es decir; llevar abordar las teorías filosóficas contextualizadamente.
¡Excelente! Aquí te dejo un posible comentario:
Me pareció un artículo muy interesante y enriquecedor sobre este filósofo.
El profesor Alexander Vega presenta un valioso análisis en homenaje a Manuel García Morente, destacado filósofo español de proyección universal. Su obra Lecciones preliminares de filosofía ha tenido una notable influencia en América Latina, especialmente por haber sido concebida a partir de su experiencia docente en la Universidad de Tucumán, Argentina, durante los años 1937 y 1938. García Morente supo mantenerse al tanto de las corrientes filosóficas contemporáneas y se distinguió como un intérprete riguroso de las grandes ideas que marcaron su época, signada por la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial.