Libros: valioso regalo para el “aguinaldo” de navidad

Aprendí a leer a los cinco años (…). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida“. Mario Vargas Llosa, al recibir El  Nobel de Literatura.

Ha llegado, en hora buena, la navidad con sus vivos colores, con su música de sonidos gratos y con su espíritu que invade, hasta la médula, nuestra alma de niños cuidados y queridos, pues la felicidad consiste, entre otras cosas, en no dejar escapar nunca al niño que somos desde que nacimos. Y el espíritu navideño, sin discusión alguna, nos despierta la infancia recobrada y bendecida.

La navidad con sus tradicionales personales de fantasía, ficción o disfraz real: El niño dios, Papá Noel, Santa Claus y otros es, no lo dude, la mejor época para regalar, el bien llamado “aguinaldo“, como expresión de bondad, de agradecimiento, de solidaridad y de generosidad. Pero, además, de reconocimiento de nuestros afectos a personas cercanas, entrañables, lejanas o desconocidas. Mientras se pueda el aguinaldo de navidad no se le niega a nadie.

Ante ese acto o gesto de verdad que es regalar -dar- recomiendo, con el respeto de siempre, que sería sumamente agradable, desde la pedagogía familiar y social, invitar a la lectura en esta época de corazones abiertos y borboteantes de sonrisas. Me explico: un gran aguinaldo sería nutrir el intelecto de infantes y adolescentes con regalos de libros. Aprender a leer es volver a nacer y seguir leyendo es viajar por mundos divertidos. Leer es una vida aprendida y buena.

Entonces, fomentar la lectura –con sus placeres-, no debe ser tarea exclusiva de magníficos maestros de escuelas, sino una labor natural de padres de familia interesados que sus hijos se formen, complacidamente, como ciudadanos de bien, como dicen en la esquina. Y nuestro país requiere ciudadanía con vocación democrática para la construcción de una sociedad segura, tranquila y con buenos gobernantes.

En este orden, una causa de la violencia que, endémicamente, sacude la historia nacional, puede ser que somos un pueblo de analfabetas (cafres, dijo un cachaco), según las estadísticas oficiales es bajo el porcentaje de colombianos que acceden a la educación superior, donde la violencia sigue siendo la fiel demostración de la ciudadanía mal entendida. Los derechos se defienden con la fuerza del derecho.

Una causa de la violencia que, endémicamente, sacude la historia nacional, puede ser que somos un pueblo de analfabetas (cafres, dijo un cachaco), según las estadísticas oficiales es bajo el porcentaje de colombianos que acceden a la educación superior, donde la violencia sigue siendo la fiel demostración de la ciudadanía mal entendida. Los derechos se defienden con la fuerza del derecho.

Por ello, presumo que no resulta descabellado sugerir, a quienes tienen el compromiso ético de regalar u obsequiar aguinaldos en esta Navidad que abandonen la vieja práctica de dar armas, no importan sus características, a niños y jóvenes, transformando el acto de bondad decembrina: donando libros. Quien regala libros regala vida, aventura y la más genuina invitación a alimentar la imaginación e incentivar la creación.

Ahora, tampoco se trata de regalar por regalar, porque un libro puede resultar menos costoso que un “juego electrónico”. ¡No! No, es dar cualquier libro. La pretensión, aunque suene pomposo, es entregar lecturas que abran ventanas, es decir libros que sean una invitación a ser mejor. Y esos se encuentran es los estantes de Librería nacional, por ejemplo, o las que están en super-mercados de la Barranquilla vestida de Navidad.

Por ello me resulta grato recomendar que un buen regalo de Navidad sería el libro:” Cuentos cortos sobre los Derechos de los Niños y las Niñas“, la autora es la escritora barranquillera Ligia Margarita Riaño González, una experimentada profesional en Ciencias de la Información, la Documentación, Bibliotecología y Archivística de la Universidad del Quindío. La edición ilustrada obra es de la Asociación para la Equidad de la Niñez y Adolescencia, A.E.N.A. y la colección Sképsi del grupo editorial Ibáñez.

Por lo singular de la temática, ficción y derechos, y la calidad editorial del libro, concebido universitariamente para lectores infantes, bien puede ser adquirido y promovido, como “aguinaldo navideño”, por entidades de la talla del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, y la Fundación Children Internacional (Unesco), que se dedican, comprometidamente, en la defensa y garantía de los Derechos Fundamentales de los Niños. Les dejo ahí la invitación.

Cuando avanzaba en la redacción de esta sugerencia a regalar libros en navidad, como “regalos del Niño Dios”, me encontré con el anuncio que el diario El Tiempo está proponiendo una colección denominada:” mi primera biblioteca“, integrada por auténticos clásicos de la literatura universal, como: don quijote, la isla del tesoro, los tres mosqueteros, el libro de la selva, veinte mil leguas del viaje submarino, entre otros. Este sería un grato aguinaldo a nietos, hijos o parientes en esta navidad. No lo olviden: ¡Los libros enseñan…vidas!

Y deseo compartir el pregón de “Bella es la navidad“, de Ray & Cruz, que ya retumba en hogares de Barranquilla, que dice: “Yo le pido a Dios estas Navidades mil felicidades a mis familiares y le ruego a Dios por la humanidad gloria en las alturas y en la tierra paz!“. ¡A todos mis lectores feliz navidad! y el deseo infinito que los encuentre con un libro en las manos! 

La próxima: El tiempo, el silencio y la soledad.

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