Longevidad, ¿El porvenir?
No conocí al abuelo materno, Reginaldo Caamaño, solo recuerdo su retrato, en blanco y negro, en la puerta del dormitorio de la abuela, Ma. Isabel. Murió a los 40 años de un infarto, mientras cortaba madera en un monte de Chinú (Córdoba). Fue ebanista. Al abuelo paterno, José de la Concepción Hernández, lo viví varias…
