Las enfermedades crónicas y las situaciones clínicas latentes, en medio de la cuarentena que también amenazan nuestra vida.
Embarazos de alto riesgo- hipertensión arterial y diabetes.
Muy seguramente usted que me lee, por lo menos no ha dejado de centrar la atención en los reportes día a día de las cifras de la covid 19, de cada país; que la tasa de mortalidad, que cómo va la curva, entre otros conceptos, que muy seguramente muy pocas veces habíamos manejado.
Mientras el mundo y todos nosotros aportamos nuestro grano de arena para combatirla, es el momento para recordarnos y recordarles que el grupo de enfermedades crónicas; siempre amenazan y han amenazado a nuestra sociedad, las que ocupan el primer lugar en el mundo y en el país siguen ahí, no han dado descanso. Es por eso que me tomo unos minutos en medio de la zozobra; para que conozcamos un poco el panorama de las tasas de mortalidad y demás cifras de las enfermedades más relevantes y que muy seguramente pueden estar descuidadas.
La hipertensión arterial; se cree que más de la mitad de la población hipertensa no ha sido diagnosticada y de ser así, muy probablemente, más de la mitad han abandonado el tratamiento médico, porque no recibieron la orientación correcta. Las cifras tensionales por fuera de la normalidad; son un enemigo silencioso, muchos pacientes no cursan con ningún síntoma; es decir: pensar que todos los hipertensos sufren de mareos, dolores de cabeza o vomito; es un concepto que debemos dejar a un lado. Muchos de ellos debutan con enfermedades catastróficas; como: un derrame cerebral (enfermedad cerebrovascular hemorrágica), un infarto al corazón, o incluso con el evento letal muerte súbita, muchos ante esto comentan: “pero yo lo vi normal”, “él estaba aquí, hasta ayer trabajo y lo vimos bien”.
La hipertensión arterial tiene un alto componente genético, es así como la herencia y los antecedentes familiares, siempre deben ser tenidos en cuenta. “Todo se hereda menos la plata” decía mi abuela.
Si usted además de este factor tiene otros factores tales como el sobrepeso, obesidad, tabaquismo, sedentarismo, estrés o alcoholismo; puede ser presa fácil para desarrollar este riesgo cardiovascular.
Si bien es cierto que las diferentes instituciones de salud y las empresas administradoras han gastado mucho dinero, con el fin de detectarla tempranamente y proporcionan a sus usuarios los medicamentos y los estudios paraclínicos; electrocardiograma exámenes de laboratorio y evaluación por médicos especializados. también es cierto que la ayuda del paciente y sus deseos por estar controlado, cuidar su dieta, realizar actividad física, son la pieza fundamental para evitar complicaciones.
La pandemia ha llevado a que se utilicen medios de vigilancia; como la teleconsulta, modalidad que hasta hace pocos meses, era tan esporádica para seguimiento de los hipertensos.
Se solicita que exista una disposición de parte del profesional y del paciente para recibir esta llamada, que más que una llamada en si es la monitorización del paciente y sus complicaciones. Por eso se debe tener un ambiente acogedor, ojalá un poco lejos del bullicio cotidiano que las familias tienen hoy en medio del aislamiento.
De ti también depende que estas enfermedades crónicas estos enemigos silenciosos no te toque o no toquen a tu familia. Aquí no es el lavado de manos pero si muy probablemente el lavado del corazón y el alma para una mejor actitud frente a la vida y frente a ellas.
Realizar un listado detallado de preguntas para hacérselas saber al profesional, esto ayudara a que no se diluya ni sea un poco rutinaria la llamada. Recomendación para tener en cuenta en todas las llamadas que se realicen para este fin y sea cual sea la enfermedad que el paciente aqueja. La teleconsulta no es sinónimo de la entrega del medicamento; va más allá debe ser un acogedor encuentro del paciente y su médico.
Que debemos recordar en medio del aislamiento:
Las urgencias no están cerradas o que solo están atendiendo COVID 19.
Si bien es cierto que se deben priorizar consultas de urgencias, no podemos guardar silencio y abstenernos de visitar este servicio. Si usted cursa con dolor en el pecho y si este se acompaña del no control de los esfínteres es decir que si el paciente se orina o defeca es un signo de riesgo.
La pérdida súbita del conocimiento, las alteraciones en la fuerza muscular, parálisis de una parte del cuerpo, alteraciones en el habla, es otro de los indicativos que debe ser llevado a un centro asistencial.
Las gestantes
El embarazo de por si ha sido considerado una condición de vigilancia; porque las complicaciones que le pueden suceder al binomio: madre e hijo, también hacen parte del pan de cada día.
Las embarazadas camina por los andamios de la muerte una frase muy tenebrosa escalofriante; pero, usted lector me debe disculpar; la uso para concientizar, especialmente los embarazos de alto riesgo, ¡Con ello no se juega! Y en momentos como este, donde sólo parece que hay ojos para la pandemia, debemos recordarla.
Mujeres que tienen cesáreas anteriores, que hicieron pre eclampsia o elevación de la presión en el embarazo anterior, si son menores de 16 años, o mayores de 35, si han tenido más de tres hijos, si su grupo de sangre es RH negativo, si tuvieron una pérdida del bebe o terminaron en abortos en la gestación anterior, si sufrieron de sangrados en el post parto, complicaciones de la placenta (Placenta Previa), son entre otras gestaciones de ¡ALTO RIESGO! En ellas el seguimiento debe ser muy estricto.
Si usted presenta sangrado vaginal, salida de líquido por sus genitales, ausencia o no percepción de que su bebe se mueve en cualquier mes de embarazo, la elevación de la presión arterial, la presencia de edema (hinchazón) en todo el cuerpo, dolores de cabeza intenso, presencia de luces o cocuyitos en la vista y zumbidos en los oídos, ameritan que sea valorado por el médico en urgencias. En medio de este panorama desolador, la llegada de un hijo sano y una madre sana en el post parto; es el símbolo de la esperanza.
Los Diabéticos
Esta es una población que además de ir creciendo; en cuanto a cifras estadísticas y estar dentro de la población en riesgo para el covid 19. A ellos les debemos dar un manejo interdisciplinar. Los diabéticos que reciben o no insulina, necesitan tener un control estricto de la dieta, esa dieta que tanto nos ha hecho sufrir en el aislamiento, el desabastecimiento en los hogares, la adquisición de alimentos más económicos, que en ocasiones son sinónimos de dieta inadecuada para ellos, es uno de los grandes problemas. La falta de actividad física, el permanecer en una casa que es tan distante a nuestra casa de abuelas son también agravantes de la enfermedad.
La diabetes es una enfermedad que puede generar daño de muchos órganos dentro de ellos la retina (ojos) la nefrona (riñón) las piernas y a toda la economía humana, es una de las enfermedades que de manera particular le tengo más temor en medio de este aislamiento.
No solo basta con tomar los medicamentos no solo basta en colocarse la insulina es tener el acompañamiento de la familia, ellos son pieza clave en la recuperación.
Si su paciente cursa con fiebre, presencia de abscesos, síntomas urinarios (dolor al orinar, ardor al orinar, orina mal oliente), desmayo y perdida del conocimiento, son los síntomas relevantes para llevar al centro hospitalario.
Quiero reiterar que nuestras urgencias NO están cerradas; después de la pandemia debemos comenzar a darle un mejor uso, la capacidad de respuesta del sistema de salud deberá ser más efectiva, la consulta domiciliaria y la teleconsulta comenzaran a ser pieza clave en el seguimiento de estos pacientes.
Nuestra vida no volverá a ser la misma, pero las dolencias, las enfermedades cardiovasculares y metabólicas siempre nos estarán merodeando. Para seguir llevando el honroso primer lugar de morbimortalidad a nivel nacional y mundial. De ti también depende que estas enfermedades crónicas estos enemigos silenciosos no te toque o no toquen a tu familia. Aquí no es el lavado de manos pero si muy probablemente el lavado del corazón y el alma para una mejor actitud frente a la vida y frente a ellas.