Esta mascota acompaño a la activista durante 16 años, desde que la rescató.
El cariño que puede tomarle un humano a su mascota puede llegar a ser tan o más fuerte como el que se siente por otra persona. Este es el caso de Andrea Padilla Villarraga, concejal animalista de Bogotá quien vela por los derechos de los animales, ayuda a las mascotas más vulnerables y es vocera colombiana en la organización sin ánimo de lucro AnimaNaturalis.
Por medio de se cuenta de Instagram, la activista dio a conocer el fallecimiento de su gata Kora, que la acompañó durante 16 años, después desde que Andrea la rescatara de una jaula abandonada.
“Me causó gracia la fuerza de sus pulmones, tan pequeñita, y, a la vez, tristeza por su orfandad. La saqué de la nuca, emulando el gesto de la madre, y la sostuve con mis dos manos, mientras se calmaba. Su protuberante panza engusanada y su colita partida eran señales inconfundibles de la precaria vida que esa diminuta escandalosa había llevado hasta ahora”, afirmó la concejal en una carta dedicatoria para Kora.
“Sus ojazos verdes y acuosos se posaron en los míos y, entonces, sentí que la amaba”
La mujer, quien también es columnista, le dedicó unas sentidas palabras a su gata en un blog personal, en el que acostumbra a escribir columnas de opinión. En esta recuerda cuando recogió a la gatica y la ayudo a sanarse de las heridas que tenía después de haber sido abandonada. También recordó lo feliz que fueron juntas y la compañía que se hicieron durante todos estos años.
“Sus ojazos verdes y acuosos se posaron en los míos y, entonces, sentí que la amaba. Tuvimos 16 años para mirarnos y amarnos todos los días, para parpadearnos y así decirnos ‘te quiero’, cada vez que yo hacía una pausa en mis actividades, que era el modo en que frenaba mi deseo compulsivo de mordisquiarle las orejas, olerle las patas, jalarle los bigotes, arrullarla y sumergir mi hocico en su tierno y tibio cuerpo, siempre vibrante”, narra la animalista.
Padilla cuenta que la gata falleció el pasado 18 de abril a las 11 de la mañana. Afirma que hizo todo lo posible para tener bien a su mascota, pero la expresión de cansancio y dolor que el animal le manifestaba con su mirada le hizo entender a la animalista que Kora tenia que descansar.
“Hice todo lo que pude para mantener a mi amiga con vida y bienestar, hasta que entendí que ella estaba exhausta y yo, movida por la angustia de perderla, forzándola a seguir. Sus ojitos acuosos (ya no como al principio, cuando gritaba por vivir) me miraron por última vez cuando se le iba el alma. Como el día en que nos conocimos, sentí que la amaba”, expresó la concejal.
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Por medio de su cuenta de Instagram la mujer compartió la noticia y el difícil momento que le tocó vivir en plena cuarentena a causa de la crisis sanitaria por la pandemia del nuevo coronavirus.
Fuente: EL TIEMPO