“La sexualidad y un coctel. Duran el mismo tiempo, producen el mismo efecto y vienen a significar lo mismo”. D.H. Lawrence._____
AMOR es palabra bella, sino la más bella del español. Y se ha convertido en tema recurrente de la llamada literatura de “autoayuda“, no me refiero a la romántica, por ser esa otra historia. El amor romántico ronda al humano y a la literatura de clásicos y contemporáneos. Los libros de autoayuda son efímeros, como sus autores. Son solo objetos de publicidad editorial, no fenómenos de lectores. Son, y me perdonan, libros de paso. No transcienden en la historia de la literatura.
Al investigar sobre el amor como derecho constitucional encontré, entre las referencias bibliográficas nacionales, los libros del psicólogo Walter Risso, los cuales leí y reseñé en el trabajo académico que actualizo, con la pretensión de publicarlo bajo una línea editorial, de libros para mis nietos. Por soñar nunca se ha cobrado impuesto. Pero, por la mesada mayor al millón deberemos pagar a la Dian. ¿Cómo castigan a la vejez y a la niñez? Un tema para otra reflexión.
Bueno. Continuando mi promesa a Yulis Salas y a mis contados lectores, son tan pocos que me llenan las manos, hoy regreso reseñando el tercer libro que sobre el amor encontré en la librería post-pandemia. Se trata de uno de los libros del prolífico autor colombo-argentino Pablo Nachtigall, publicado por Intermedio Editores, bajo el título: “Inteligencia emocional en el amor”. 34 consejos para generar y sostener un vínculo de pareja equilibrado, saludable y placentero en tu vida”. Con semejante título, de tesis de postgrado en nutrición y dietética, parece agotarse, de entrada, la lectura del mismo.
Como su nombre lo indica el libro, como tal, son treinta y cuatro consejos, de los cuales selecciono diez para darles una idea, global, del contenido, pues si los menciono a todos sé apropiarían del cuerpo de la columna. Los escogidos son:
1) ¿Qué es la inteligencia emocional en el amor?
2) Experimenta el buen amor en pareja.
3) Reconoce y afronta los siete miedos al amor.
4) Conéctate con el placer sexual en tu vida.
5) Desarrolla las siete habilidades para un buen amor.
6) Comienza por amarte antes de intentar amar a tu pareja.
7) Permítete disfrutar la soledad.
8) Procura amantes para la vida.
9) Sé valiente y arriésgate en el amor. Y
10) Las órdenes del amor aplicado a la pareja.
“El sexo es la fuente de contacto más placentera y poderosa del mundo”. Un párrafo abajo anota: “Millones de personas se niegan a abrirse al placer sexual, lo cual les quita potencia y vitalidad para gozar en sus vidas“. Finaliza diciendo que: “para poder abrirte al amor, es esencial que te abras al placer sexual ya que es la base de tu energía“(ver pág. 55).
Como ven no son títulos de consejos de “otro mundo”. O sea, cualquier experto en aventuras “amorosas” -a lo Casanova- los puede dar, en una de las tantas esquinas killeras, mientras se deleita con un par de frias al mediodía, sin la urgente necesidad de publicar un libro de 200 páginas que no se exhibe en vitrinas de librería, sino que se promociona en las páginas del diario El Tiempo, propietario de intermedio, la editorial que lo publicó. En esas páginas lo encontré para buscarlo, por curiosidad, en librería a un precio ya olvidado. Es, pues, el amor un buen tema para confeccionar libros. Este tiene una bibliografía de 25, pero 8 son del autor, lo que me permite afirmar que es un auto-libro: Una especial de repetición de los anteriores del mismo autor.
En el primer consejo, el autor se pregunta: qué es la inteligencia emocional en el amor?. Y responde: “La inteligencia emocional es nuestra capacidad de auto conocernos, reconocer lo que sentimos y pensamos, para expresarlo de manera equilibrada con el fin de generar relaciones humanas con nuestro entorno que sean gratificantes, placenteras y saludables“. E inmediatamente precisa: “Si bien ha habido diversas investigaciones acerca de la inteligencia emocional, fue en 1995 cuando el término fue empleado por primera vez y popularizado por Daniel Goleman, psicólogo y autor del Best Seller mundial Inteligencia emocional”(ver pág 17).
No podemos negar que Goleman popularizó el concepto de inteligencia emocional. Pero también es cierto que el mismo está incluido en la teoría y clases de las inteligencias múltiples planteadas y desarrolladas por Howard Gardner, como la sumatoria de dos inteligencias como son: la Intra-personal y la inter-personal.
Pero a mi entender, el primero que habló de inteligencia emocional, con otra categoría como la vida buena o la felicidad fue Aristóteles en sus éticas. Tanto en la Nicomaquea como en la Eudemia. En esta última enseñó:
“Lo más bello es la perfecta justicia, lo mejor la salud; pero lo más deleitoso es alcanzar lo que se ama. (…) ya que la felicidad es la más bella, la mejor y la más placenteras de todas las cosas“.
Y más adelante precisó: “la felicidad y el vivir dichosa y bellamente, diríase que consiste sobre todo en tres cosas que son, al parecer, las más apetecidas. Unos, en efecto, dicen que el mayor de los bienes es la sapiencia; otros que la virtud, y otros aún, que el placer“(Ver libro I).
Por tanto no se puede apreciar de ser una persona inteligente emocional a un infeliz. Y para saber de felicidad desde lo ético hay que necesariamente beber en Aristóteles, el más grande pensador de la Antigüedad.
El consejo décimo del libro, en comento, está dedicado a “conéctate con el placer sexual en tu vida”, en que se hacen las siguientes afirmaciones:
“El sexo es la fuente de contacto más placentera y poderosa del mundo“. Un párrafo abajo anota: “Millones de personas se niegan a abrirse al placer sexual, lo cual les quita potencia y vitalidad para gozar en sus vidas“. Finaliza diciendo que: “para poder abrirte al amor, es esencial que te abras al placer sexual ya que es la base de tu energía“(ver pág. 55).
Igual ocurre en lo referente al placer sexual. Ya Epicuro, en su idílico Jardín, había incluido y recomendado el buen sexo como uno de los tantos ingredientes o presupuestos de la felicidad. Es entre los antiguos sabios en los que debemos sumergirnos, libre y voluntariamente, para descubrir qué tan inteligentes somos emocionalmente. Lo otro es explotar el amor para vender libros que se abandonan en medio de la lectura, sino que lo confiese el Padrecito Linero que se “rompió” la sotana apenas conoció el resplandor de la luna de los amaneceres oceánicos. Bella la vida. La vida buena.
La próxima: La “psique del poder” o gobierno ideológico.