Frente a un gran desafío se encuentra el gobierno del alcalde Rodolfo Ucros Rosales en el municipio de Soledad, ante el compromiso de ejecutar un ambicioso proyecto estructural el cual está contenido en el denominado Plan de Desarrollo “Gran Pacto Social por Soledad”, que aspira desplegar en este próximo cuatrienio.
Resulta atractivo el nombre de este plan, pues simboliza el surgimiento del consenso ciudadano el cual debe propender por la equidad y la satisfacción de las necesidades básicas pues esto es lo que significa el Pacto o Contrato Social, en los términos del francés Rousseau. Los elementos esenciales de este pacto debe ser consolidar la confianza que le entregó el pueblo en las urnas y el compromiso programático que asumió el burgomaestre con los soledeños.
El plan de desarrollo será la carta de navegación para los próximos cuatro años, compilado en un documento de 324 páginas, y que podría convertirse en el instrumento para la transformación institucional, política y del desarrollo social que tanto requiere este municipio. El documento contiene además del plan de inversiones, las líneas estratégicas con que se pretende materializar el proyecto de gobierno del “gran pacto social”.
Este “Gran Pacto Social por Soledad”, por el contexto de su filosofía, le sería de gran utilidad que consultara las enseñanzas que deja el premio Nobel de Economía, Amastya Sen, en su obra “Desarrollo y Libertad”, cuando planteó que, si el objetivo final de una política de Estado es el desarrollo, entonces su plan debe constatar “si las actividades sociales que se pretenden, las liberarán a las personas de la miseria económica que las hace depender de las necesidades inmediatas y de lo que les provee el Estado, al igual que de la exclusión política que los somete a la dependencia del poder y de la exclusión social que los ha convertido en ciudadanos de segunda clase”.
Si el gobierno municipal quiere ser consecuente con el paradigma recomendado por el Nobel en Economía, no hay un plan de desarrollo catalizador más eficiente que un buen y continuo diagnóstico, construido sobre la base de la realidad social, o lo que es lo mismo, salir de la burocracia de Granabastos y desplazarse por los sectores y barrios del ente territorial para conocer sus necesidades los indicadores reales y no abstractos de su miseria económica y social. Si la meta del “Pacto Social por Soledad” que propuso el alcalde Ucros es ese, entonces las cuatro líneas estratégicas que contiene este plan de desarrollo deben girar en un solo propósito y dirección.
Las líneas estratégicas que contiene el documento persiguen la existencia de un pacto por la legalidad y la transparencia, por el emprendimiento, la formalización y la productividad, por la equidad, igualdad e inclusión social y practica de bienestar y, por último, por el fortalecimiento del territorio como eje transversal. Desde lo financiero, el Plan proyecta una inversión para los próximos cuatro años en el orden de los $3.676.400.197.978 de pesos, cifra distribuida principalmente así:
Sector | Inversión |
Salud y Protección Social | $1.368.337.896.313 |
Educación | $1.180.668.623.857 |
Vivienda | $239. 970.726.493 |
Para el cumplimiento de esta proyección, estos tres sectores tendrán que acudir a créditos, los cuales superarán los 190 mil millones y la gestión administrativa de otros 200 mil millones adicionales. Ahora bien, conseguir estos recursos demandan una gran gestión, y de conseguirlos de nada serviría si no son invertidos bajo los principios de la justicia social y equidad.
Si este gran plan propende por la construcción de viviendas, debe tener el cuidado de garantizar que sean dignas, que la educación no se limite a la construcción de planteles, sino también su fortalecimiento para las competencias que exige el mundo post-pandemia; tanto la salud y protección social debe hallar en el la fórmula para aumentar la cobertura, la calidad y la universalidad.
Este proyecto social exige de los miembros del Gabinete Municipal que se obliguen a la titánica labor de enfrentar un mundo golpeado por una inédita emergencia económica y su mayor contingencia será conciliar la salud con la economía, rediseñando la interacción y los medios de atención, abandonando lo ortodoxo y arriesgando un poco más en otros sectores de la economía. En cuanto a La seguridad y la convivencia urgen de una cartera destinada exclusivamente para esta misión; la tecnología y la conectividad serán el gran desafío post-Covid pero todo lo anterior debe ir acompañado de una transformación del modelo tradicional de administración en función del territorio Para lograr lo anterior, es necesario que la administración del Pacto Social consiga replantear la estructura de la administración pública y se haga por fin realidad la decisión política administrativa del municipio tantas veces anunciadas pero igualmente aplazadas. El post-covid exigirá La lucha por la preservación de la vida y la erradicación de la pobreza.Leonardoreales72@hotmail.com