La canalización del caño de la Ahuyama será una realidad gracias a los trabajos de recuperación integral que se realizan en este cuerpo de agua para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la zona y poner fin a los desbordamientos que se presentan en épocas de lluvia. De la mano con Edubar, la Alcaldía de Barranquilla adelanta el proyecto que comprende la intervención de 4.6 kilómetros de longitud del caño.
Los trabajos incluyen la reconstrucción de dos puentes vehiculares ubicados en las carreras 30 y 38, respectivamente, con cimentaciones profundas, revestimiento de taludes con flexocreto y la recuperación de orillas con geobags y muros de suelo reforzado. De igual manera, contempla el mejoramiento de espacios urbanos posterior al proyecto con senderos peatonales, parques infantiles, ciclorrutas, zonas verdes y mobiliario urbano.
A la socialización de los trabajos, en el barrio Rebolo, asistieron cerca de 500 personas de la comunidad para compartir sus inquietudes sobre el desarrollo de este proyecto. En sus intervenciones, los vecinos del caño pidieron que se garantizara la conclusión de las obras y que los trabajos acabaran permanentemente con las inundaciones.
Al respecto, la gerente de Edubar, Angelly Criales, aseguró que actualmente la entidad lleva a cabo trabajos de mitigación con el fin de reducir afectaciones durante la temporada invernal, al tiempo que manifestó que esta canalización será la solución definitiva para los habitantes de los sectores aledaños.
“El proyecto de recuperación del caño de La Ahuyama dará solución a las inundaciones que han venido afectando a los habitantes y vecinos de la zona desde hace 40 años”, expresó Criales, quien agregó que no habrá desalojos arbitrarios por parte de las autoridades y que las negociaciones con las familias se harán de manera individual.
“Es importante resaltar y aclararle a la comunidad que no se realizará ningún tipo de desalojo a la fuerza de los habitantes del sector, sin embargo, se harán negociaciones de manera individualizada, donde de acuerdo a las caracterizaciones socioeconómicas haremos las respectivas ofertas conforme a lo que enmarca la ley”, detalló.
Por su parte, Miriam Jiménez Movilla, de 70 años, se mostró de acuerdo con el proyecto, por lo que tiene expectativas para mejorar su calidad de vida y la de todos los habitantes de los barrios cercanos. “Llegué hace 35 años al barrio La Chinita con mi esposo, quien ya falleció, a una casa de tablas que luego hicimos en bloque. Cada año me he visto afectada con inundaciones por la ola invernal, por lo que deseo que estos trabajos sean una solución permanente para nosotros”, apuntó.